PANUELO DEL MAGO, EL

Montevideo, cerca de 1930. Victorino Duarte, un niño moreno habitante del conventillo, es criado para no tener ni esperar nada. Analfabeto, vendedor de diarios desde que tiene memoria. Un día presencia una de las actuaciones gratuitas que realizaba Gardel para los chicos de la calle.
Y el sentido de giro del mundo cambia para el muchacho.
Por un hecho fortuito, el Cantor le regala el pañuelo que lleva, que se convierte en un operador mágico para Victorino.
En un marco histórico rico y riguroso, la aventura de la existencia se despliega frente al lector como un gran fresco aplicable a cualquier época. Se recorren íconos de la identidad uruguaya como la construcción del Estadio Centenario, el Palacio Salvo, el mundial del 30, el pasaje hipnótico del Graff Zeppelín. Pero también hechos mundiales como la guerra civil española, la depresión del 29, etc. Todo con un ritmo y una técnica literaria del siglo XXI.
Obra ungida de magia y con los pies en la tierra, fue finalista del Premio Planeta España. Sobre ella se ha escrito:
"Tiene cierta relación con el planteo urbano de un Onetti. A veces con la fantasmagoría de un Felisberto. A veces, en cierta solución de situaciones, de Mario Levrero. Pero es otra cosa. La amargura onettiana no está aquí. Por el contrario, está impregnada de una ternura y una fe que supera un estrato de nihilismo que hemos tenido en la narrativa uruguaya durante mucho tiempo.
Además, hay en ella una gran enseñanza. Un mensaje que no es para nada facilongo. Que nos lleva a mucho más que a una destreza literaria del escritor Fernando Villalba".